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el expreso de medianoche

Crimen Desorganizado, S.A.

Crimen Desorganizado, S.A.       Léxico cenaría esa noche con Adelita, en su casa. Le extrañó, no obstante, no escuchar los amistosos ladridos de Freddy al entrar en el recibidor. Atentamente, Adelita le explicó que había decidido dejarlo aquella noche en casa de su vecina, con la intención de que aquella velada fuera tan sólo para los dos.
 
Mientras disfrutaban de una romántica cena, velas incluidas, el detective le estuvo contando los detalles de la investigación, mostrando su inquietud por el caso. La bibliotecaria le miró con expresión nerviosa y, a continuación, desviando su mirada, se dirigió a Léxico:
 
        -¿No crees que este caso te está agotando demasiado, cielo?
 
        -¿Qué quieres decir? –quiso saber, a su vez, Léxico-.
 
        -No sé... –comenzó dubitativa-. La verdad es que me gustaría... No sé, que pasaras más tiempo conmigo... –balbució de nuevo-. Me da la impresión de que ya no me haces mucho caso...
 
        -¿Pero qué dices? –saltó contrariado Léxico-. No he dejado de llamarte todos los días, desde que nos conocimos en la biblioteca... –Léxico rumiaba con decepción la inesperada actitud de Adelita, mientras esperaba que ésta diera su réplica. Lo cierto es que había notado algo extraño en la actitud y el ánimo de la bibliotecaria durante aquella noche.
 
        -Ya... Pero creo que este caso te está apartando poco a poco de mí –después de dar un sorbo a su copa de cava, propuso a Léxico-. ¿Por qué no dejas el caso, cariño? Podrías alegar tu mal estado de salud y no creo que hubiera problema si se encargaran del asunto otros de tus compañeros... Además, así estaríamos más tiempo juntos.
 
        Léxico se quedó unos instantes perplejo ante la sorprendente insinuación de la bibliotecaria. Al cabo, decidió incorporarse y abandonar la mesa, mientras se decidía a dar una respuesta:
 
        -Me temo que no estás en tus cabales, guapa... ¿De qué me estás hablando, si se puede saber? –comenzó excitado, Léxico-. ¿Salud? Nunca he estado mejor... ¿Dejar el caso en manos de otro? Ni pensarlo... Además de que echaría al traste mi reputación, no creo, modestia aparte, que haya ningún otro agente capacitado para semejante caso –dijo mientras dejaba la servilleta sobre la mesa-. Así que si vas a salir con tonterías como esas, mejor nos vemos otro día, si te apetece...
 
        Mientras Léxico se disponía a coger su gabardina y, seguidamente, dirigirse hacia la puerta, Adelita salió corriendo en su busca, tratando de disculparse:
 
        -¡Perdóname, cariño! ¡Por favor, te lo ruego! –suplicó-. Lo siento, de verdad... Tan sólo me preocupaba por ti... Pensaba que quizá ya no me querías... Pero me he dado cuenta de que he sido egoísta, y de que tu oficio es muy importante para ti...
 
        -Bueno, pues me alegro... Me quitas un peso de encima... No obstante, he de irme, mañana tengo mucho trabajo...
 
        -Oh, por favor... –rogó Adelita, mientras le pasaba la mano por su pecho-. Quédate esta noche conmigo, cariño... Me quiero disculpar como te mereces, con un buen premio... Anda, hazlo por mí.
 
        -Está bien... –accedió Léxico, después de remolonear un poco-. Pero acuérdate de poner el despertador a las siete...
 
        -Claro que sí, mi amor... –contestó Adelita, mientras le abrazaba y le soltaba un beso en los morros. Léxico le correspondió, posando una mano en su cadera y, a continuación, aupó a la bibliotecaria para cogerla en brazos.
 
        -Uy, espera un momentín, cariño... –pidió-. Tengo que sacar una botella de cava del congelador, antes de que se me olvide. Mientras tanto, ¿por qué no te pones cómodo en el dormitorio? Iré a buscar unas copas, para brindar más tarde, y de paso me pongo un picardías...

        

        -Genial... Peron no tardes, ¿eh?

Franz_126

2 comentarios

Franz_126 -

Gracias por seguir ahí, tan atenta, amiga Chajaira... Tus comentarios siempre son valiosos. Bueno, y creo que aún quedan muchas vueltas en este desorganizado complot.

Besos.

Chajaira -

Veo que lo sigues hilando muy bien, empiezo a estar ansiosa por saber en que acaba todo esto... aunque esta velada empieza a oler a chamusquina.

Besos, sigo atenta.